La mayoría de los insectos que atacan a las cebollas también lo hacen al ajo. Entre ellos se encuentran los escarabajos de tierra, las pajas de la cebolla, los saltamontes, los topos y los pulgones. Saber cuál de estas plagas está atacando su jardín es el primer paso para su control. El libro Growing Great Garlic (Britannia, 1990) tiene un capítulo entero sobre plagas e infecciones que proporciona buena información general sobre la identificación de la plaga y su identificación y tratamiento. Si no está familiarizado con las plagas del ajo o la cebolla, el libro también puede proporcionar información general muy útil sobre jardinería que le ayudará a determinar si su jardín está infestado de alguna plaga en particular.
Hay dos tipos generales de plagas que atacan a las cebollas. La primera es una comedora de plantas y la otra es una comedora de animales. Los comedores de plantas son insectos de cuerpo blando que se alimentan de la savia de las plantas, dañándolas y a veces matándolas. Estas plagas se encuentran generalmente en el nuevo crecimiento de las hojas y los tallos. Los comedores de animales, por el contrario, son insectos excavadores que se adentran en la carne de las plantas jóvenes y tiernas.
Aunque los comedores de plantas no se alimentan de la planta, pueden hacer que ésta sea más susceptible a la infestación al destruir sus hojas y tallos. Los pulgones, por su parte, son pequeños insectos de cuerpo blando que se alimentan de las plantas. Provocan moscas blancas, que son protuberancias blancas que se encuentran en el envés de las hojas y los tallos. La mosca blanca puede quedar atrapada bajo la hoja y provocar la muerte de la planta. Ambas plagas causan daños, pero lo hacen de forma diferente.
Los comedores de plantas destruyen la planta antes de que las plagas puedan entrar en ella. Algunas de estas plagas dejan restos de sus cuerpos en el suelo donde se alimentan. Estas plagas, como los ácaros, pueden incluso provocar la putrefacción de la planta, lo que puede evitarse tomando medidas para impedir su entrada. Para evitar una infestación, conviene mantener el jardín limpio y ordenado.
Como prevenir las plagas
Una de las mejores formas de prevenir un problema de plagas en las cebollas es plantar una variedad de cebolla segura. De esta forma se asegura de alimentar el jardín sólo con plantas sanas y no infectadas con plagas dañinas. Para identificar si tiene un problema de cebollas, compruebe el fondo del recipiente en busca de signos de una polilla u otro tipo de insecto, así como de manchas de follaje podrido. Si hay signos evidentes de una polilla, significa que la planta se está alimentando de la parte inferior del follaje en lugar de alimentarse del follaje cercano a la base.
Para evitar una infestación de estas plagas, también deberá tomar algunas precauciones. No coseche las cebollas antes de que hayan madurado completamente. Además, después de cosechar una cebolla, debe retirar inmediatamente el follaje y el tallo caídos de la planta. Si la infestación es especialmente grave, tal vez desee aislar la planta afectada o cultivarla en un lugar diferente. La mejor manera de eliminar las plagas de un jardín no es intentar combatirlas, sino evitar que entren en primer lugar.
Para sacar el máximo partido a su jardín, será necesario aplicar algunas medidas preventivas. Mantener el suelo alrededor de las plantas limpio, así como eliminar cualquier materia o follaje en descomposición, contribuirá en gran medida a evitar que las plagas se instalen en su jardín. Al eliminar a estos posibles invasores, estarás dando a las plantas la mejor oportunidad posible de defenderse. También es importante abstenerse de dañar las propias plantas, ya que el daño al follaje también proporcionará un entorno en el que es más probable que prosperen las plagas.
Las plagas que atacan a las cebollas no aparecen un día y desaparecen. Aunque puede resultar tentador esperar a que pase lo peor de la infestación, cuanto más tiempo tarde en tratar su jardín de cebollas, más posibilidades tendrá de propagar el problema a sus otras plantas. Sin duda, es mejor prevenir que curar cuando se trata de combatir las plagas que atacan a las cebollas.